El futuro de la movilidad
Contexto
La historia de la movilidad, la necesidad de desplazarse de manera eficiente, es tan antigua como los humanos mismos. Y al igual que cualquier otra necesidad humana, ha venido cambiando incesantemente durante miles de años. Cuestión similar ocurre con la movilidad moderna, y su exponente más reconocido el automóvil. Con más de 100 años de historia, la industria automotriz está siendo redefinida, recreada y reinventada frente a nuestros ojos a una velocidad sin precedentes. Otrora símbolo de la revolución industrial, el automóvil y demás medios de transporte, están siendo redescubiertos, alterando una vez más la manera en que vivimos, organizamos nuestras ciudades, protegemos nuestro medio ambiente, etc. Se puede asegurar que la industria de la movilidad, estática y lenta, se enfrenta ahora a dinámicas de cambio que la harán cambiar en la próxima década, lo que no había cambiado en los últimos 60 años.
Y es que estos cambios llegan en un momento esencial de nuestra historia. Las cifras y datos oficiales evidencian que para la humanidad no existe una salida diferente que tomar acción frente a las devastadoras consecuencias de la acelerada urbanización de la humanidad y el proceso de post-industrialización que ha soportado dicho fenómeno. Los recursos disponibles en la Tierra, y la infraestructura existente, no serán suficientes para sostener los mismos hábitos de vida imperantes en la actualidad, y menos con la urbanización, el crecimiento de la densidad poblacional y económico.
Son varias las tendencias que dan luces de lo que se avecina y que permiten anticiparnos a cómo diseñar soluciones. Por ejemplo, el crecimiento/nacimiento de Mega Ciudades (aquellas con densidades poblacionales sin precedentes), como, por ejemplo: Shanghái, Beijing, Chongqing, Mumbai, Tokyo, Seúl, Ciudad de México, Sao Paolo, Buenos Aires y Bogotá, las cuales no podrán abordar los retos de la movilidad como se ha hecho hasta el momento. Tendrán que reinventarlo. Por otro lado, estamos ante la presencia de un crecimiento de la clase media a nivel mundial a una escala macro. Según el instituto Brookings, la clase media mundial crecerá al doble de 2 billones en la actualidad, a 4 billones para el 2030, y con ella, la demanda de productos y servicios. Esto significa, en términos de movilidad, un incremento significativo en la demanda de movilidad limpia, sostenible, eficiente y económica.
El futuro de la movilidad
Bajo este contexto, el de redefinición de la movilidad como consecuencia y respuesta a estos grandes cambios que está viviendo la humanidad, la movilidad en general, y la industria automotriz en particular, está ad-portas de enfrentar unos retos que cambiarán para siempre el panorama actual, sacudiendo y redefiniendo los pilares y paradigmas predominantes durante por lo menos los últimos 70 años. Y son tres (3) los cambios que se están dando ahora mismo ante nuestros ojos:
1. Electrificación.
2. Movilidad como servicio.
3. Movilidad conectividad.
1. Electrificación
El viraje hacia la electrificación de la movilidad dejando en el pasado los vehículos de combustión es un hecho innegable. Aún falta mucho camino, en especial en países como Colombia en donde aún falta mucho para una verdadera adopción, sin embargo, en el resto del mundo (en especial Europa, Estados Unidos y China) la penetración de la electrificación avanza a pasos más rápidos de lo imaginado.
Este proceso encuentra su sustento en las siguientes razones:
1. Los vehículos de combustión tienen un impacto significativo en el medio ambiente y en la salud pública;
2. Creciente urbanización que supone además, el incremento en la demanda de movilidad;
3. cambios en la política pública que favorece la adopción de tecnologías que reemplacen la movilidad impulsada por combustibles fósiles y limiten tecnologías con emisiones nocivas (ejemplo: Environmental Protection Agency (EPA) in the United States);
4. Incremento en los subsidios para promover el crecimiento y fortalecimiento de las cadenas globales de valor relacionadas con esta nueva industria con el fin de mejorar la tecnología y bajar su costo;
5. Menor dependencia de algunos países a factores externos como los combustibles que puedan impactar su proceso de desarrollo (es el caso de China);
6. La necesidad de China de lograr impactar la industria automotriz, dominada por un número muy limitado de marcas y con barreras de entrada muy altas, al convertirse en líder en la fabricación de vehículos eléctricos.
Y los efectos ya comienzan a verse. En el 2020, a pesar de la precipitada caída en ventas del número de automóviles a combustión en el mundo, el mercado de los automóviles eléctricos presentó crecimiento. Según la IEA (Agencia Internacional de Energía), el número de automóviles, buses, vans, y camiones eléctricos crecerá de 11 millones en 2021, a 145 millones para 2030. Sólo el año pasado 3 millones de automóviles eléctricos fueron registrados, lo que representa un incremento del 41% en relación a 2019.


En consecuencia, la penetración lleva un ritmo muy rápido en Europa, mientras que China se consolida como el mercado de automóviles eléctricos más grande del mundo.
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2. Cambio en el paradigma: de poseer un activo a consumir movilidad (movilidad por demanda o movilidad como servicio)
Para quienes son propietarios de un vehículo muy seguramente coincidirán en que a pesar de las obvias ventajas que en términos de movilidad, confort y conveniencia que los automóviles presentan, estos activos yacen inactivos la gran mayoría de tiempo. Esto es aplicable, no sólo para los automóviles, sino en general para cualquier tipo de vehículo, llámese bicicleta, motocicleta, camión, etc.
Por lo tanto, el punto de disrupción se encuentra en desafiar el paradigma dominante según el cual, cada persona debe ser propietario de un activo que en últimas yacerá inactivo el 95% del tiempo, para reemplazarlo por un modelo basado en el consumo de movilidad, que no sólo maximice la utilización de cada activo al compartirlo y explotarlo entre muchas personas, sino que también, se adapte a las necesidades específicas del momento.
Ejemplo de este tipo de modelos ya cuenta con alta penetración en el mercado y una alta favorabilidad. Es el caso de compañías como UBER, DIDI , HELLOBIKE, BIRD, LIME, o JUMP, todas estas centradas alrededor de un modelo de “movilidad como servicio”.
Modelo que además, cuenta por un lado con aceptabilidad por parte de las nuevas generaciones que están más dispuestas a compartir activos y de esta manera poder vivir experiencias nuevas, y por el otro, al lograr maximizar la utilización de los vehículos, contribuyen a disminuir el número y por lo tanto su impacto ambiental.
3. Movilidad conectiva
Así como la máquina de vapor, la electricidad o la informática y comunicaciones, dieron lugar a las revoluciones industriales y post-industriales que antecedieron nuestros días y que moldearon el curso del desarrollo de las sociedades tal y como las conocemos, en la actualidad una nueva revolución está en curso y su impacto, promete ser como ninguno antes visto.
En términos de los profesores Erik Brynjolfsson and Andrew McAfee de MIT las “Tecnologías de Utilidad General”, son aquellas con una influencia tan significativa que logran interrumpir y/o acelerar la marcha normal del progreso económico, impactando la vida, hábitos, y a las sociedades en general. La revolución de la “Inteligencia Artificial” que está actualmente en curso, promete tener unos impactos tan significativos a una velocidad y una expansión global tan amplia que redefinirá de raíz la manera en que los seres humanos actualmente vivimos.
Y la industria de la movilidad, por la importancia y el tamaño de su mercado, no está siendo ajena a estos cambios, e impulsada por China se encuentra a la vanguardia de la disrupción digital, en parte porque es en China en donde los cambios se están dando presentando de manera más acelerada.


¿De qué se trata entonces todo este asunto de la movilidad conectiva? Esta nueva forma de movilidad conectiva integra toda una serie de nuevas tecnologías cuyo punto en común, es el manejo de “datos”: manejo autónomo, navegación global, analítica, seguridad vial, conducción asistida, información virtual, IOT, mantenimiento preventivo, etc.
Tanto en China, como en Estados Unidos y otros mercados ha iniciado la fase “3.0 de conducción autónoma” en donde se espera que la tecnología pueda tener aplicaciones comerciales. Con esto en mente, podría decirse que el futuro de la “movilidad” podría describirse con una combinación de “personalizada, eléctrica, compartida, autónoma y por demanda”.
Basta con observar la naturaleza de las compañías que están detrás de este nuevo “impulso” de la industria para denotar que no se trata de las tradicionales casas automotrices (Toyota, Ford, Volkswagen, Daimler, Honda). Esta nueva era se caracteriza por la interés de compañías como Google, Apple, Amazon, UBER y Microsoft (en Estados Unidos), y Alibaba Group, Tencent, DIDI, Baidu, Meituan, Xiaomi, Huawei (China), en lograr desarrollos tecnológicos que logren la disrupción de la industria.
¿Cuál es el interés de estas compañías de tecnología de invertir en movilidad? Cuando el paradigma de la “propiedad” del activo (automóvil, moto, etc) se redefina, y la movilidad autónoma, conducción asistida, conectividad, etc., tengan aplicaciones comerciales, los vehículos como los conocemos en el momento pasarán a prestar servicios por “demanda”. En otras palabras, si los vehículos no necesitarán quien los maneje y serán compartidos, el tiempo que transcurramos dentro de ellos tendrá que ser invertido en alguna otra actividad. Y estas empresas de tecnología están empeñadas en lograr captar nuestra atención, y lograr llevarnos a sus ecosistemas digitales ya sea para leer noticias, conectarnos a sus redes sociales, escuchar música, comprar, navegar, en otras palabras: consumir.
Y es bajo este escenario en donde las tradicionales casas automotrices tienen el reto más grande. Podrían pasar de liderar el mercado de la movilidad a relegarse a un modelo B2B como proveedores de activos (vehículos), en un mercado altamente comoditizado, en el que fabricarán activos para nutrir los ya lucrativos ecosistemas digitales controlados por los proveedores de movilidad como servicio (compañías de tecnología).
Y entonces ¿estos grandes conglomerados están cruzados de brazos esperando que la industria cambie y mueran en el olvido? No necesariamente. Basta con mirar la manera en que estas empresas han buscado alianzas estratégicas con las empresas de tecnología, adquirido startups o invertidos millones de dólares en el desarrollo de sus propias soluciones.
La pelea apenas comienza, pero lo que está claro es que la movilidad como la conocemos, en todo nivel, incluso la micro-movilidad, cambiará totalmente.
Escrito por: La Liebre